“La jutzpá y el Balagan del Hebreo me han acompañado siempre”

David Farcas – o elVicho para muchos - egresó del Hebreo en 1983 cuando el colegio se ubicaba en Macul. Hasta el año 2019 fue Director y Gerente General  de Centrovet, un prestigioso laboratorio farmacéutico veterinario. En el año 2020, cuando la pandemia llegó a Chile, fue convocado por el Ministerio de Ciencia para formar parte del Consejo Asesor Científico para la  Vacuna Covid-19, siendo elegido por el resto de los miembros como Presidente del Consejo. Hoy, desde uno de nuestros laboratorios de Química, David nos cuenta qué ha significado el Hebreo en su familia y cómo se imagina nuestro colegio en el futuro. 

¿Hay algún profesor/a del que te acuerdes con cariño?

La morá Lina fue una profesora muy importante en mi vida escolar.  La recuerdo como una gran formadora. Enseñaba con cariño y pasión. Tuve la suerte que fuera morá de una de mis hijas.

Otra morá que recuerdo con mucho cariño es Maruja Peralta, profesora de química, que generaba en los estudiantes una entretenida manera de entender las ciencias. Creo que las recuerdo a ellas dos no solo por cómo enseñaban la materia, sino por su pasión.

El moré Benito fue también muy importante para muchos de nosotros. Los deportes y la música te hacen repetir, practicar y esforzarte para hacer mejor al grupo y a ti. Eso hoy lo valoro mucho.

¿Qué valores inculcados en el colegio te han acompañado a lo largo de los años?

 Hace poco me di cuenta que el Hebreo me ha dado dos elementos que me han servido toda la vida. Uno de ellos es la jutzpá, tener confianza sin ser arrogante. Otro es el Balagán, o desorden aparente, que nos empuja a improvisar.

En el mundo de los negocios, las cosas no siempre funcionan como fueron planificadas. Entonces, no sólo es importante prepararse bien y creerse el cuento para pararse en la cancha y jugar contra los mejores. También es central tener la capacidad de improvisar, ser flexible y cuestionarse continuamente. La combinación permite resultados superiores.

Desde lo afectivo, el colegio es la casa, y me siento muy orgulloso de que mi papá, mis hijos, mis hermanos y sus hijos, y mi señora, a quien conocí en el Gan, hayan estudiado acá. Mi mamá fue directora del Gan, y me pasa mucho escuchar de papás de mis amigos el gran cariño que le tienen. En nuestra familia somos 100% del Hebreo, con mucho orgullo.

¿Cómo fue tu experiencia en el Viaje de estudios?

Conocimos todo Israel, ya que en ese momento era un viaje de 45 días. Aprendimos mucho y lo pasamos muy  bien. Un viaje de exploración muy intenso. Por otro lado, Israel estaba ya embarcado en la guerra del Líbano, lo que se notaba. Es un país maravilloso y de grandes contrastes. Algo súper destacable es que a nuestro viaje de estudios fuimos todos, una hermosa tradición de nuestro colegio que los apoderados y también los alumnos se han esforzado en perpetuar.

¿Qué consejo le darías a los estudiantes que quieren elegir una carrera como la tuya?

El negocio de la biología es uno de los que más crece en el mundo, y se destaca por el rol central que tiene la Innovación y el Desarrollo ( I+D).  Son procesos largos. Tienes que  tener convicción y confianza, y al mismo tiempo, saber que el error es parte del proceso de la innovación, no un fracaso. Tienes que tener visión, seguridad en lo que haces y  flexibilidad en todos los ámbitos.  Al mismo tiempo, es una ventaja ser autocrítico y resiliente. Es central atraer y hacer equipo con los mejores.

¿Cómo te imaginas el Hebreo en un futuro?

Creo que todos soñamos con ver el colegio en el Estadio. Un colegio donde se preserve lo bueno que tiene ahora, pero donde se incorpore a los mejores profesores, tecnologías y nuevas formas de enseñar. Donde se respete de dónde venimos, incorporando a su vez lo mejor de otros colegios.  Un colegio que nos una, que saque lo mejor de cada niño y niña, y nos consolide como una comunidad que cuida y potencia a todos los estudiantes. No tengo duda que estamos en buenas manos para llegar a este objetivo